El mar sigue adelante – José Emilio Pacheco

 Entre tanto guijarro de la orilla
  no sabe el mar
      en dónde deshacerse
 
¿Cuándo terminará su infernidad
   que lo ciñe
      a la tierra enemiga
         como instrumento de tortura
            y no lo deja agonizar
               no le otorga un minuto de reposo?
 
Tigre entre la olarasca
   de su absoluta impermanencia
      Las vueltas
         jamás serán iguales
            La prisión
               es siempre idéntica a sí misma
 
Y cada ola quisiera ser la última
   quedarse congelada
      en la boca de sal y arena
         que mudamente
            le está diciendo siempre:
               Adelante

Presencia – José Emilio Pacheco

16350007546_72beca69f4
 
¿Qué va a quedar de mí cuando me muera
sino esta llave ilesa de agonía,
estas pocas palabras con que el día
dejó cenizas de su sombra fiera?
 
¿Qué va a quedar de mí cuando me hiera
esa daga final? Acaso mía
será la noche fúnebre y vacía
que vuelva a ser de pronto primavera.
 
No quedará el trabajo, ni la pena
de creer y de amar. El tiempo abierto,
semejante a los mares y al desierto,
 
ha de borrar de la confusa arena
todo lo que me salva o encadena.
Más si alguien vive yo estaré despierto.

Memoria – José Emilio Pacheco

josdc3a9-emilio-pacheco-en-foto-de-oscar-alarcc3b3n.jpg
 
No tomes muy en serio
lo que te dice la memoria.
 
A lo mejor no hubo esa tarde.
Quizá todo fue autoengaño.
La gran pasión
sólo existió en tu deseo.
 
Quién te dice que no te está contando ficciones
para alargar la prórroga del fin
y sugerir que todo esto
tuvo al menos algún sentido.