A veces me pregunto dónde estarás ahora, después de tantas noches sin tu mano en la mía, - noches de abrir un libro para esperar la aurora, noches de largo viento por la calle vacía. A veces me pregunto si hay alguien que te espera, alguien que no conoces, que pasa y te saluda y, como siempre vistes de negro en primavera, no sé si tus vecinas pensarán que eres viuda. A veces me imagino como serán las cosas que te son familiares: tu jardín, tu ventana, el búcaro en la mesa para poner las rosas y un desayuno sin mí cada mañana. O me quedo pensando qué sentirás tan lejos, en las tardes heladas, al quitarte el abrigo; y cuando vas de compras sin mirar los espejos para que no te digan que ya no voy contigo. Y también me pregunto si alguna madrugada prefieres no dormirte para soñar despierta, o cómo se entristece de lluvia tu mirada cuando pasa el cartero sin tocar en tu puerta. Pero no me pregunto si olvidarás mi nombre, ni lo que tú me diste, ni lo que yo te di, pues si te ven un día del brazo de otro hombre tendrá que ser un hombre que se parece a mí…
Mes: May 2022
Yo canto lo que tú amabas… – Gabriela Mistral
Yo canto lo que tú amabas, vida mía, por si te acercas y escuchas, vida mía, por si te acuerdas del mundo que viviste, al atardecer yo canto, sombra mía. Yo no quiero enmudecer, vida mía. ¿Cómo sin mi grito fiel me hallarías? ¿Cuál señal, cuál me declara, vida mía? Soy la misma que fue tuya, vida mía. Ni lenta ni trascordada ni perdida. Acude al anochecer, vida mía; ven recordando un canto, vida mía, si la canción reconoces de aprendida y si mi nombre recuerdas todavía. Te espero sin plazo ni tiempo. No temas noche, neblina ni aguacero. Acude con sendero o sin sendero. Llámame a donde tú eres, alma mía, y marcha recto hacia mí, compañero.
Mi regalo para mamá
Le regalo a mi mamá una sonrisa de plata que es la que alumbra mi cara cuando de noche me tapa. Le regalo a mi mamá una caperuza roja por contarme tantas veces el cuento que se me antoja. Le regalo a mi mamá una colonia fresquita por no soltarme la mano cuando me duele la tripa. Le regalo a mi mamá una armadura amarilla que la proteja del monstruo que espanta en mis pesadillas. Le regalo a mi mamá el lenguaje de los duendes por entender lo que digo cuando nadie más lo entiende. Le regalo a mi mamá una chistera de mago en la que quepan mis besos envueltos para regalo.